Tecnología, sociedad, legislación y globalización

[Tecnología]
El mundo en el que estamos inmersos gira cada cada vez más rápidamente, y va adquiriendo tal velocidad que amenaza con centrifugar a los que sientan vértigo. Un servidor se ha bajado con la llegada de las estúpidas y útiles redes sociales.

Y éste es uno de tantos males sin identificar que aquejan a esta sociedad desnortada, que los inventos que pueden ser útiles son utilizados de forma banal, y cualquier invención insustancial adquiere de repente importancia capital.

Desde que el primer homo empuñó una piedra las herramientas han sido utilizadas para construir tanto como para destruir. Y esta diversidad de las mentes homínidas ha llevado a que un tipo en Múnich utilizara para fines reprobables un supuesto premio por acudir al estadio, un guiño de bondad del patrocinador que permitía mediante el Twitter publicar en tiempo real mensajes de los espectadores en los paneles luminosos del campo.

A este sujeto de la especie homo sólo se le ocurrió insultar a uno de los jugadores brasileños que se enfrentaban al equipo local.

[Sociedad]
Mireia Belmonte ha batido en 24 horas dos plusmarcas mundiales (mejor plusmarca que récord, aunque el corrector del Chrome acepta récord y erra en plusmarca. Manda huevos… y mandó dos cajas).

La entrevistaron en un conocido diario español y la chavala no se ha callado (y hace bien):

Soy la primera mujer en bajar de los ocho minutos en la historia de la natación, pero es más importante el rumor de un fichaje o el color de pelo de Sergio Ramos.

Estamos de acuerdo con la catalana salvo en una cosa:

Sí me ayudó el COE y las becas ADO, pero creo que si haces un esfuerzo y dedicas toda una vida a representar a tu país, lo mínimo es que te lo reconozcan y te ayuden todo lo posible.

Pues lo siento mucho, guapa, pero ni tú ni ningún deportista representa a su país. Al menos a este país lo representan las personas que hemos tenido ocasión de votar, les hayamos dado nuestro voto o no. Nunca un particular representará a un país ni un país será responsable de lo bueno o lo malo que haga una persona particular. Las federaciones tampoco representan a este país porque son entidades privadas. Y sus selecciones y deportistas tampoco representan a estas federaciones porque como se estipula en sus estatutos son representadas por sus presidentes. Faltaría más…

Otra cosa es que en la jerga coloquial aceptemos pulpo como animal de compañía, pero es que de tanto repetirlo todos estos famosos y famosuelos tienen un pulpo en casa como mascota.

[Legislación]
El asunto de la homosexualidad en el deporte está tomando unos derroteros impredecibles. Que haya homosexuales, ellas y ellos, en el deporte es algo que todos sabíamos, incluso apostábamos a que los había y sigue habiendo en igual proporción que en el total de la población. Y es de Perogrullo que esta proporción necesariamente habrá de mantenerse, algún punto arriba o abajo, en el deporte de elite.

El mundo del deporte no puede quedar ajeno a la aceptación de la libertad de orientación sexual que ha ganado esta sociedad, pero algunos se ven ahora tan libres que deben pensar que les está permitido cualquier libertinaje.

En el límite de lo privado se ha movido estos días el boxeador boricua Orlando Cruz con la petición de matrimonio vía Facebook que le ha hecho a su pareja. (Orlando Cruz peleará próximamente por el mundial pluma de la WBO).

El beso del Casillas a la Carbonero ante las cámaras de televisión suscitaron una polémica sobre la libertad que se tomó el portero. La petición de matrimonio vía televisión del a la sazón seleccionador francés de fútbol, Raymond Domenech, a la madre de sus hijos fue muy criticada en Francia en su día, y no fue bien acogida por su pareja.

Cierto que el Facebook no es un medio de comunicación público, pero existen parcelas de la vida privada de las personas que no deberían tratarse frívolamente y deberían permanecer en el ámbito privado, más aún tratándose de personas públicas. De no poner freno a este desenfreno este circo mediático va tendiendo a convertirse en el show del cachondeo.

No creemos ser carcas exponiendo lo que antecede. Una cosa es la libertad de cada uno y otra que cada uno atice a todo el que pase por allí con su libertad. De igual manera piensa el Ministerio del Interior de Rusia en vísperas de los JJ.OO. de invierno de Sochi 2014 actuando contra la «propaganda homosexual» en los Juegos, y el COI parece que va a postularse en la misma línea.

Una cosa es la alegría por el logro de la aceptación por parte de la sociedad y otra el contraataque agresivo de personas que liberadas de su (vergonzosa, eso sí) condena social arremeten ahora contra quienes pasean tranquilamente o ven unas pruebas deportivas por la tele. Al final lograrán que la opinión pública les vuelva a juzgar… acertadamente esta vez. (Opinión pública no es lo que opina el público sino lo que puede ser opinado en público).

[Globalización]
Y he dejado para el final otro tema nada ligerito como es la invasión moruna que se va a vivir en Europa en los próximos años. Esta vez se trata de árabes muy (muy) adinerados y no de mugrientos magrebíes. Los jeques cataríes podridos de dinero llevan tiempo queriendo entrar en el pastel económico que se cocina en los hornos futboleros. De momento ya han logrado su mundial para 2022.

La estrategia consiste en adquirir un club de segunda división con problemas económicos (lo hacen con la facilidad con que usted o un servidor decide parar a degustar un pincho de tortilla en lugar de aguardar a llegar a casa), llenarlo de jugadores propios para que se vayan fogueando en una liga algo más competida que la suya, y con paciencia y buen hacer subir el equipo a la primera división.

Y encima, como tienen pasta a reventar, consiguen que los mismos aborígenes les ayuden a conformar su proyecto y sacarlo adelante. Esto ocurre porque el europeo, como raza, no tiene conciencia de grupo social y acepta cual lluvia del cielo el beneficio inmediato del que puede ser objeto su individualidad. A la inversa no iba a pasar, no; ya se lo adelanto a ustedes.