Archivo mensual: junio 2013

Deporte y política a la italiana

La noticia me ha dejado un sabor ambivalente, agridulce… me ha puesto a pensar: Dimite la ministra italiana del deporte.

La aún muy atractiva Josefa Idem (1964), supermedallista olímpica y multilaureada mundialmente, ha tomado la decisión más sencilla… y la más difícil: ha dicho adiós a su sueño político.

Unos dinerillos de nada distraídos con buena voluntad hace unos seis años han sido la causa. Infórmese, apreciado lector, en la noticia enlazada, y proseguiré con mi monólogo.

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El sentido de la proporción

A veces pierdo el tiempo con los vídeos que los medios de comunicación serios extraen, copian o fusilan directamente de youtube, y el que he visto hoy me ha crispado hasta el punto de agarrarme al teclado.

Quien haya parado por aquí antes, o simplemente quien se haya detenido en leer el subtítulo de esta bitácora, ya se estará temiendo lo peor al ver el vídeo.

A mí, la verdad, el supuesto maltrato que el chaval da al perro me trae sin cuidado. Más me preocupa la moralina de la que hacen gala los medios de comunicación que dictan a la opinión pública lo que debe opinarse en público. Y estos medios de masas se dejan manipular por una clase política cuya consigna es desviar la atención sobre lo que verdaderamente importa. Cuando no haya fútbol hablemos de un perro y elevemos superlativamente un hecho nimio y puntual aunque sea a costa de la salud mental de un mozalbete adolescente.

Pero antes de dar mi mazazo, vayamos por partes y analicemos el vídeo.

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Deporte: panacea universal

Relatan los historiadores que en tiempos del medievo, y aún antes, existía gente estudiosa, llamados alquimistas, cuyo motivo de estudio caminaba a caballo entre la superstición, brujería o magia, y la ciencia propiamente dicha, abarcando esta alquimia algunas otras disciplinas más.

Entre las infructuosas búsquedas de estos alquimistas se encontraban la archiconocida piedra filosofal, el elixir de la vida (o de la inmortalidad) y también la panacea universal; era ésta un pretendido medicamento que curaría cualquier enfermedad humana.

En nuestra época actual los alquimistas medievales estarían de enhorabuena y felicitarían a nuestros políticos, auténticos alquimistas contemporáneos, herederos de aquellos merlines que fraguaban imperios a base de intrigas, que manifiestan con avilantez haber encontrado finalmente la cura a todos los males que nos asolan tanto como individuos que como colectivo: el deporte.

Sirvan, pues, ejemplos obtenidos sin mucho esfuerzo leyendo las secciones deportivas de algunos medios de comunicación de estos días atrás:

Si estoy en lo cierto… me da que nuestros políticos (con la ayuda de los periodistas, estén o no a sueldo) sólo nos venden humo. Y nosotros lo tragamos obedientemente.